¡Genial! Tenés envío gratis
En Van Allen llevamos años dedicándonos exclusivamente a crear artículos religiosos; no hacemos joyas en serie, hacemos joyas en serio.
Cada uno de nuestros dijes está pensado, cuidamos cada detalle al máximo y garantizamos la calidad del metal. Nos dedicamos a esto porque nos apasiona, y sabemos que la intención con la que se hace una joya sí importa.
Cuando elegís Van Allen, no solo te llevás una Dije: te llevás un símbolo cargado de historia, que va a acompañarte en los momentos difíciles y también en los más hermosos.
Si elegís Van Allen, te sumás a la familia, y eso es algo que solo nosotros te podemos brindar.
El dije se entrega con cordon de regalo y un hermoso Packaging
Todas nuestras piezas tienen el sello de 925 que indica la calidad del metal
Dije Virgen de Guadalupe
Ficha técnica:
Ancho: 1.9 cm
Alto con pasa cadena: 2.8 cm
Diametro pasa cadena: para cadenas de hasta 3.5 mm
Espesor Aprox: 1.2 mm
Material: Plata 925
Virgen de Guadalupe
La Madre del Pueblo y el Abrazo que No Abandona
La Virgen de Guadalupe es un faro de esperanza, identidad y ternura que trasciende fronteras. Su imagen, impresa milagrosamente en el ayate de Juan Diego, no solo marcó un antes y un después en la historia espiritual de América, sino que se transformó en símbolo de consuelo para los pobres, los marginados y todos los que necesitan recordar que no están solos.
Significado y Origen
Su aparición ocurrió en 1531 en el cerro del Tepeyac, donde la Virgen —con rasgos indígenas y vestida con un manto de estrellas— se presentó a un hombre sencillo, Juan Diego, hablándole en su lengua y con profundo amor maternal. Su mensaje fue claro: no temas. “¿Acaso no estoy yo aquí que soy tu madre?”. Desde entonces, se convirtió en protectora del pueblo, patrona de América Latina y puente entre culturas, entre lo humano y lo divino.
Beneficios de Conectar con la Virgen de Guadalupe
Conectar con la Virgen de Guadalupe es abrir el corazón a una fuerza suave pero imparable, que abraza, protege y eleva. Se la invoca para pedir por la familia, por la salud, por la justicia y por la paz. Su presencia disuelve la desesperanza, alivia las penas y fortalece la fe. Es guía en los momentos difíciles, consuelo en la tristeza y madre incondicional para todos los que la buscan, sin importar su condición.
Conexión Espiritual
La Virgen de Guadalupe no solo habita templos, también camina con el pueblo. Llevar su imagen es llevar un pedazo de cielo sobre el pecho. Rezarle es recordar que hay un amor que no juzga, que no exige, que solo abraza. Es la espiritualidad hecha cercanía. Ella escucha incluso cuando no hay palabras, y responde con señales sutiles que llegan directo al alma. Guadalupe es raíz, es pertenencia, es madre en cada paso.
