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En Van Allen nos apasionan las culturas ancestrales, fue esta pasión la que nos motivó e inspiro a recrear talismanes que otorguen esa protección que estas buscando.
Utilizando las mismas técnicas que utilizaban los antiguos artesanos, nuestros artículos son 100% realizados a mano. Ultimando hasta en el mas mínimo detalle, para que cada pieza refleje la esencia mística de la cultura en un solo talismán.
Como resultado, obtendrás una joya que no solo te identificará, sino que también te protegerá, tal como lo hacía con aquellos que la usaban en sus orígenes.
Medalla Flor de la Vida
Cada una de nuestras piezas cuenta con el sello 925 que indica la calidad del material, para mayor tranquilidad de nuestros clientes.
Ficha técnica:
Diámetro sin el pasa cadena: 2.7 cm
Alto: 3.8 cm
Espesor; 2 mm
Material: Plata 925
Flor de la Vida:
La Flor de la Vida es un antiguo símbolo geométrico que ha fascinado a culturas de todo el mundo por su belleza y su profundo significado espiritual. Este patrón sagrado, compuesto por múltiples círculos superpuestos, encierra en su diseño los secretos del universo y la conexión entre todas las formas de vida. Con su poderosa energía y su belleza etérea, la Flor de la Vida es un recordatorio de la interconexión de todas las cosas y una invitación a explorar las profundidades del cosmos dentro de uno mismo.
Significado y Origen
La Flor de la Vida ha sido encontrada en diversas culturas y civilizaciones antiguas de todo el mundo, desde el antiguo Egipto hasta las culturas precolombinas de América del Sur. Se cree que este patrón geométrico contiene los fundamentos de la creación y la estructura del universo, y que su estudio puede llevar a una comprensión más profunda de la realidad y la esencia de la existencia misma. Su presencia en antiguos templos, monumentos y manuscritos sagrados sugiere que era considerada una representación poderosa de la divinidad y la unidad cósmica.
Beneficios de Usar la Flor de la Vida
Usar la Flor de la Vida como talismán es invocar la esencia misma de la creación y la interconexión universal. Este símbolo sagrado actúa como un recordatorio constante de que todas las formas de vida están intrínsecamente relacionadas y que estamos interconectados con el tejido mismo del cosmos. Al llevar la Flor de la Vida, nos abrimos a la sabiduría ancestral y la armonía cósmica, permitiendo que su energía nos guíe hacia una mayor comprensión y realización espiritual. Además, su belleza estética y su diseño intrincado inspiran la contemplación y la reflexión, brindando paz y serenidad a quien lo lleva consigo.
Conexión Espiritual
La Flor de la Vida nos conecta con las fuerzas primordiales de la creación y la manifestación. Al contemplar su intrincado diseño, somos transportados a un estado de conciencia elevado, donde podemos experimentar la unidad y la armonía del universo. Este símbolo sagrado nos invita a explorar las profundidades de nuestro ser y a descubrir la divinidad que reside dentro de cada uno de nosotros. Al llevar la Flor de la Vida, nos alineamos con el flujo universal de la energía cósmica, permitiendo que su poder nos guíe y nutra en nuestro viaje espiritual hacia la iluminación y la plenitud.
